La crisis azucarera comenzó a rasgar el acero de la industria madre de Tucumán. Y una muestra de la realidad que vive la agroindustria es el traspaso de la administración de uno de los ingenios del interior provincial, Aguilares, lo que ha generado incertidumbre entre sus trabajadores en torno del futuro de la fábrica.

“Confirmo: hemos comprado el Aguilares. Estamos agradecidos a los trabajadores, proveedores y a la ciudad (...) Trabajamos por una industria competitiva, eficiente, leal y transparente, con proyección a un futuro de promisión”. Así, Julio Colombres, titular del grupo empresarial del mismo nombre, había anunciado en diciembre de 2013 el cierre de la operación por la adquisición de la planta fabril.

Colombres venía administrando el ingenio hasta ese momento (desde 2009) bajo la figura de arrendamiento, a partir de un convenio con la firma Konable, vinculada a Jorge Rocchia Ferro, directivo de las compañías Azucarera Los Balcanes SA y Bioenergética La Florida SA, propietarios de los ingenios La Florida y Cruz Alta.

El optimismo que habían mostrado entonces los empresarios se transformó casi dos años después en momentos complicados por la profundización de la crisis, tanto para los industriales como para los productores cañeros.

Los valores del mercado interno no se elevaron y se mantuvieron al mismo nivel desde 2011 -hoy, por debajo de los $ 200-. Los precios internacionales tampoco levantaron vuelo. El sector enfrentó el aumento de los costos de producción del 250% en ese mismo período. A ello se sumaron la presión fiscal provincial y, en particular, la nacional, entre otros factores que vienen planteando los propios actores.

Aunque los ingenios denominados “alcoholeros” (elaboran ese fluido a base de caña de azúcar) se movieron en un mejor escenario: por ejemplo, el precio del litro de bioetanol aumentó un 8% en los últimos 12 meses (octubre 2014 a octubre 2015).

Sobre ese panorama, Colombres y Rocchia Ferro “desarmaron” la operación de venta en los últimos días y acordaron la devolución de la planta azucarera, consignaron diferentes fuentes consultadas por LA GACETA. Lo hicieron tras algunos encuentros en un hotel de la capital y de manera discreta.

En ambas empresas no confirmaron pero tampoco negaron el último convenio. Por caso, en el Grupo Colombres sólo se centraron en contestar que Aguilares seguirá “moliendo normalmente en la actual campaña, que los sueldos se cubrieron en el 99% y que “si se llegarán a ir (por la empresa), se pagará el 100% de la obligación salarial”.

La preocupación llevó a que desde el propio oficialismo consultaran a Los Balcanes “si el ingenio molerá en 2016”. Según se supo, la firma contestó que “asegurará la molienda el próximo año”.

Luis Sorroza, referente del sindicato de trabajadores del Aguilares, informó ayer que este gremio pidió una reunión con Julio Colombres para intentar conocer la “marcha” de la fábrica, que ocupa a cerca de 340 empleados de forma directa, más talleristas y obreros del surco. La planta está ubicada en el casco urbano de Aguilares, a más de 80 kilómetros de la capital provincial.

Con el traspaso de la administración del Aguilares, Rocchia Ferro vuelve a gestionar tres ingenios (ya tenía La Florida y Cruz Alta). También posee la firma alcoholera Bioenergética La Florida. Colombres se queda con dos: los azucareros Ñuñorco y Santa Bárbara.

La crisis azucarera desembocó ya en la intranquilidad laboral de los trabajadores de la industria y de los cañeros, que no avizoran una solución.